Puntuación: ⭐⭐⭐⭐
Cuándo recomendé ver esta serie, creí que se parecía a Suits, nada más lejos de la realidad. Es como confundir de forma literal: la gimnasia con la magnesia.
La sipnosis
La serie se centra en Annalise Keating (Viola Davis), una brillante profesora de Derecho penal en una prestigiosa universidad en Filadelfia, Pensilvania, cuyos alumnos se verán obligados a aplicar sus enseñanzas en la vida real cuando sean seleccionados para ayudarla en un caso de asesinato.
La trama
Se desdobla en dos partes, una muerte accidental y posterior homicidio del esposo de la profesora Keating, Sam (Tom Verica), sospechoso del asesinato de una estudiante de la Universidad, en la que se ven envueltos los alumnos becarios de Keating de una manera progresiva y envolvente; y las subtramas subyacentes que van jalonando cada capítulo y que alimentan a la trama principal.
La primera temporada me dejó de manera literal sin palabras. Nada es lo qué parece, y todo es posible en la narrativa de esta serie.
La 2da temporada arrancó de forma sorprendente y bastante esclarecedora. Sin embargo todavía no me adapto del todo a la filosofía del “buen abogado”, ya que el guión se desarrolla de modo contrario a lo que podríamos esperar.
Diferencias
Suits: verás casos profesionales: con un enfoque emocionante para la resolución de los distintos problemas que se presentan en cada caso, la mayoría de ellos sin fines contrastablemente dramáticos.
Ciertamente distinta e incomparable. Tienes que verla. En Suits verás un drama más profundo, más del día a día.
How to Get Away With Murder, verás casos en su resolución implacablemente geniales, sin embargo su narrativa posee un motor de intriga y misterio, (hacia la fantasía), lo que la envuelve en un tipo de trama absorbente. Cada episodio contiene piezas claves que no deberías pasar por alto.
¡Es diferente!, pero también sorprende.