Puntuación: ⭐⭐⭐⭐⭐
En ciertas ocasiones, surge en Netflix una serie que irradia un resplandor notable sin depender de ninguna campaña promocional.
Este es precisamente el caso de “La ley de Lidia Poët”, un drama judicial concebido en Italia por las mentes creativas de Letizia Lamartire y Matteo Rovere. Este trabajo ha logrado capturar el interés del público, acumulando un impresionante total de más de 28,5 millones de horas de visualización en su primera semana disponible en la plataforma de streaming.
Sipnosis
Decidida a anular la sentencia del Tribunal de Apelación de Turín que le impide ejercer como abogada, Lidia Poët (Matilda De Angelis), la primera mujer abogada de Italia, encuentra trabajo en el bufete de su hermano Enrico (Pierluigi Pasino).
La serie se inspira en hechos reales de la vida de Lidia Poët, quien dejó una marca como la primera abogada en Italia. En una sorprendente vuelta de los acontecimientos, luego de que le fuera prohibido ejercer la abogacía y mientras luchaba por apelar la decisión adversa del tribunal, opta por unirse a su hermano (a pesar de las reticencias) en una colaboración destinada a mantener sus investigaciones en curso y hacer que sus esfuerzos no queden en vano.
Basada en la vida del personaje
Lidia Poët vio la luz en 1855 en el apacible pueblo de Traverse. A sus 26 años, obtuvo el título de abogada en la prestigiosa Facultad de Derecho de la Universidad de Turín. Sin embargo, las restricciones impuestas por las rígidas leyes patriarcales de la época la privaron de ejercer su profesión debido a su género. Como consecuencia, se vio obligada a desempeñar roles de asistente forense o a colaborar en los bufetes de colegas masculinos. La fiscalía presentó una denuncia en su contra, y los tribunales confirmaron la invalidez de su título.
Transcurrieron casi cuatro décadas antes de que las leyes finalmente permitieran que se inscribiera legalmente como abogada, específicamente en el año 1919. Aunque la serie de Netflix no se adhiere rigurosamente a su biografía, adopta licencias creativas con el objetivo de enriquecer el entretenimiento de un público más amplio. A lo largo de los episodios de esta primera temporada, se desvelarán numerosos detalles auténticos de su vida, marcando la valiente lucha de esta mujer adelantada a su tiempo por la autodeterminación y la igualdad.
El personaje
Lidia Poët toma vida en la pantalla a través de la actuación magnífica de la talentosa actriz y cantante boloñesa, Matilda De Angelis. Esta última se convierte en el faro central de la serie, entregándonos una interpretación excepcional que rebosa de encanto, sin sacrificar la fuerza reivindicativa visceral que caracterizaba al personaje real.
La representación ficticia de Lidia es una joven independiente y de mente abierta, que abraza su libertad sexual y se muestra inquebrantablemente obstinada. Desafía audazmente las normas establecidas y emplea su innata curiosidad, astucia y, en ocasiones, pequeñas artimañas piadosas para conquistar cada meta que se propone. Su personalidad es un equilibrio encantador de ingenio, determinación y audacia, que se entrelaza con su sentido del humor. En pocas palabras, se presenta como un personaje ingeniosamente carismático y psicodélicamente cautivador. (Debo admitir que también me he enamorado de la actriz). Risas.
¿Habrá segunda temporada?
En mi búsqueda, no he logrado encontrar información concreta al respecto. Sin embargo, mantengo la esperanza de que sí haya un desarrollo continuo, especialmente considerando que el cierre de la primera temporada nos deja con un intrigante cliffhanger que nos invita a anticipar y explorar el próximo paso en la trama.
