Al igual que se deterioran con el tiempo, los dispositivos también pierden la capacidad de recibir nuevas actualizaciones, haciendo que algunas sean imposibles de instalar y dejándolos desprotegidos. Por esta razón, algunos modelos de la compañía se catalogan como ‘vintage’ antes de desaparecer.
Apple es conocida no solo por su famoso logo de la manzana mordida, sino también por sus servicios de reparación y garantía. Sin embargo, aunque algunos de sus dispositivos puedan repararse, es importante recordar que nada dura para siempre. En Apple, los productos se clasifican en categorías que van desde lo vintage hasta lo obsoleto.
Los tres modelos que entran en la categoría ‘vintage’
El iPhone X, los AirPods de primera generación y el HomePod de primera generación son los nuevos productos que pronto quedarán obsoletos. Sin embargo, por el momento, Apple los ha catalogado como ‘vintage’.
Cuando un producto se clasifica como ‘vintage’, significa que han pasado entre cinco y siete años desde que dejó de venderse. Esta es la penúltima etapa antes de volverse totalmente ‘inservible’. Aun así, estos productos podrán seguir utilizándose, aunque con funciones muy limitadas y con poca o ninguna garantía. Si alguno de estos dispositivos sufre algún problema, aún podrían ser reparados mínimamente. Sin embargo, una vez que se vuelven obsoletos, ya no es posible repararlos ni recibir otros servicios de hardware por parte de la compañía.
La vida de un producto de Apple se clasifica en diferentes etapas según la compañía.
- La primera categoría incluye los productos nuevos que salen al mercado.
- En el siguiente nivel, se encuentran aquellos que han dejado de ser distribuidos.
- La tercera categoría es la clasificación ‘vintage’, ya mencionada.
- Finalmente, los productos se consideran obsoletos y caen en el olvido en términos de soporte técnico.
Sin actualizaciones de seguridad
Generalmente, el dispositivo notifica periódicamente sobre nuevos parches de seguridad. Estas actualizaciones son esenciales, ya que preservan el rendimiento y la integridad del teléfono móvil. Por lo tanto, si se continúa utilizando un modelo obsoleto, es importante ser consciente de la falta de protección y, por ende, de los efectos negativos que esto conlleva, los cuales son los siguientes:
- Vulnerabilidad a ataques: Sin actualizaciones de seguridad, el dispositivo se expone a diversas amenazas como malware, ransomware y otros tipos de software malicioso. Los atacantes suelen explotar las vulnerabilidades conocidas que no han sido corregidas.
- Riesgo para los datos: La información personal y sensible almacenada en el dispositivo, como contraseñas, datos bancarios y mensajes privados, puede estar en peligro de robo o compromiso.
- Problemas de compatibilidad: Las aplicaciones y servicios modernos a menudo requieren las últimas actualizaciones de seguridad para funcionar adecuadamente. Sin ellas, algunas aplicaciones pueden no funcionar correctamente o experimentar problemas de rendimiento.
- Rendimiento y estabilidad: Las actualizaciones de seguridad a menudo incluyen correcciones de errores y mejoras en el rendimiento. (Sin estas actualizaciones, el dispositivo puede volverse más lento y propenso a fallos).
- Pérdida de funcionalidad: Con el tiempo, la ausencia de actualizaciones puede hacer que el sistema operativo y las aplicaciones ya no sean compatibles con nuevas características o servicios, reduciendo la funcionalidad general del dispositivo.