Puntuación: ⭐⭐⭐⭐⭐
A Netflix al parecer le encanta sorprender a sus fans, y la plataforma de transmisión lo ha vuelto a hacer con su nueva serie Bonding.
Basándonos solo en el nombre, podrías pensar que el programa trata sobre relaciones “raras” o “nuevas experiencias” y me disculpo si ofendo a alguien, no es la intención. Bonding intenta describir las experiencias de un estilo de vida similar a lo que se deja ver en Cincuenta sombras de Grey. Pero de una forma irreverente, pasmosa, bajo un manto de obscura comedia con elementos sorpresivos y picantes.
Hay que decir: La serie describe situaciones incómodas, y hasta grotescas, pero sus personajes convierten toda la experiencia en momentos verdaderamente llenos de comicidad.
Sin duda es muy buena.
Sipnosis
Una serie acerca de una dominatriz y su mejor amigo convertido en asistente. La serie escrita, dirigida y producida por Rightor Doyle, Bonding, cuyos episodios son de 12 a 18 minutos de duración, se basa levemente en sus experiencias de vida.
Básicamente la historia
Se centra en la relación entre los antiguos mejores amigos de la escuela superior, Pete (Brendan Scannell), un hombre gay que acaba de salir del “closet”, y Tiff (Zoe Levin), una estudiante de maestría quien en secreto es una de las principales dominatrices de la ciudad de Nueva York, quienes vuelven a conectar inesperadamente luego de años.
Lo que aparentemente es un momento perfecto ya que Tiff necesita alguien quien la ayude con “algunas cositas en su negocio”…
Me atreví a verla por su protagonista: Zoe Levin. Amé a esa mujer. Sin embargo el papel de su asistente, Brendan Scannell, es para llorar de la risa. Ya que los enredos y situaciones extrañas incluso para su asistente gay, no se hacen esperar.
¡Super divertida!