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Primeras impresiones de El amor es ciego 9: drama, rechazos y sorpresas

Entre promesas vacías, desplantes tempranos y parejas que no encajan, esta temporada muestra cómo el físico y las personalidades inesperadas ponen a prueba el experimento.

Ayer se lanzó la novena temporada de El amor es ciego, correspondiente a la franquicia original.

Está entrega —se siente pesada— y desafía abiertamente las convenciones habituales del romance.

Su premisa central sigue siendo la misma: permitir que las personas formen vínculos emocionales profundos sin haberse visto, basándose únicamente en la comunicación y conexión interna, para luego enfrentar la realidad de conocerse en persona y decidir si ese lazo puede sostenerse frente al mundo real.  

Para esta temporada se ha seleccionado un elenco de 32 solteros con diferentes antecedentes y personalidades, todos ellos ubicados en la ciudad de Denver, Colorado, lugar donde se desarrolla el rodaje de esta edición.  Los participantes tienen entre aproximadamente 27 y 41 años, y muchas de las historias personales prometen aportar matices emotivos sobre expectativas, vulnerabilidades y deseos de conexión auténtica.  

La estructura narrativa se divide en varias fases ya conocidas por los fans del formato:

  1. Etapa de cabinas / cita a ciegas: En esta fase inicial, los participantes conversan entre sí en cabinas separadas por barreras visuales: se escuchan pero no se ven. Durante varios días, tienen citas cortas y luego algunas más prolongadas con quienes sienten afinidad. Esta etapa busca que se conozcan emocionalmente sin dejarse influenciar por la apariencia física o primeros juicios visuales.  A partir de ahí, los participantes deciden con quién desean profundizar esa conexión y en algunos casos comprometerse sin haber visto todavía a su “probable pareja”.  
  2. Revelación y retiro de parejas: Una vez que algunas parejas han decidido comprometerse, llega el momento decisivo de verse en persona por primera vez. Tras ello, el grupo parte hacia un retiro en un destino que sirve para fortalecer los vínculos, pero también para generar tensiones: convivir, conocerse, experimentar la química visual y confrontar expectativas.  En temporadas previas, estos retiros han sido momentos clave de confrontaciones emocionales y ajustes a la idealización romántica.  
  3. Convivencia y vida real: Tras el retiro, las parejas regresan a Denver y comienzan la fase de convivencia: vivir juntos, organizar su día a día, enfrentar desafíos personales y de compatibilidad, finanzas, hábitos e interferencias externas. Aquí el experimento pone a prueba si la conexión emocional pura puede resistir las exigencias del mundo real. Conocer a los amigos y familiares del otro también se vuelve un punto crucial: la aceptación externa suele influir mucho en la estabilidad de la relación dentro del experimento.  
  4. Decisión final en el altar y consecuencias posteriores: Finalmente, después de este recorrido emocional y de prueba, llega el día de la boda. Cada participante, frente a su pareja, sus seres queridos y las cámaras, debe decidir si dice “sí” al matrimonio (legalmente) o no. Esa decisión final es la culminación de todo el experimento: ¿el amor nacido en la intimidad de la conversación puede transformarse en un compromiso real? Luego de las bodas, suele haber un episodio especial de reunión (reunion) donde se muestran los resultados: quiénes siguen juntos, quiénes se separaron y cómo ha sido la vida de los ex participantes tras el experimento.  

En esta novena temporada también se anticipan momentos de drama, decisiones controversiales y sorpresas emocionales. Por ejemplo, se reporta que Anna y Blake abandonaron el programa inesperadamente, dejando a sus pretendientes sin explicación completa, lo cual generó reacciones fuertes en el grupo y al interior del experimento. Estas salidas inesperadas pueden servir como puntos de inflexión narrativos: cuestionan las decisiones individuales, la presión emocional y la fuerza del compromiso en situaciones límite.

Además, como siempre ocurre en El amor es ciego, se pondrá a prueba la contradicción entre la idealización romántica y la realidad tangible: cuando los sentimientos puros se topan con la atracción física, los miedos, los juicios sociales y las expectativas externas. El desafío será ver cuántas parejas logran superar ese crisol emocional y cuántas se ven rebasadas por la presión del experimento.

Observaciones

Veo a varias personas que, para quedar bien con el programa, primero dicen que “sí”, pero luego terminan diciendo que “no”, argumentando que el lazo no funcionaría. Todo adornado con manipulaciones y drama, cuando en realidad lo que no se atreven a decir abiertamente es: “no me pareciste atractivo”. Hablo del caso del chico asiático y la rubia —muy guapa, por cierto— desde el principio se notaba que no encajaban. Habrá que esperar al reencuentro para ver qué pasó, —que va a decir la chica, que excusa nos va a dar—. Ese rechazo tan temprano es un desplante fuerte, sobre todo para el paniti. 😂

(Yo, quería verla en traje de baño)😜

También noto a varias personas incómodas, que no tienen las cosas claras por un tema físico. Y otras que están descubriendo que no todo “es físico” en la vida. Aún, es pronto para sacar conclusiones; ya veremos cómo se da la convivencia.

Como diría Luisito Comunica: “Esto se va a poner chido”. 😎


Calificación: ⭐⭐⭐⭐⭐

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Vincent

Web Developer. – Front-End Developer. Senior Designer en Transmediatics | Editor y Columnista de Tecnología en Macquero. | Consultor editorial en tendencias de entretenimiento digital: series y películas por suscripción.

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