La nueva entrega de Sé lo que hicieron el verano pasado de 2025 se presenta como un regreso calculado al slasher clásico con tintes modernos. Aunque no reinventa el género, logra proponer una versión más emocionalmente texturizada que algunos remakes superficiales. La trama no difiere significativamente: un grupo de jóvenes comete un fatal accidente —esta vez en una noche de fuegos artificiales del 4 de julio— y desaparece, solo para ser perseguidos un año después por un asesino que sabe su secreto.
Desde el aspecto técnico, la película resulta atractiva. Cuenta con una fotografía cuidada, ambientación atmosférica y una banda sonora que combina sintetizadores retro con efectos sonoros inquietantes —susurros, crujidos, ecos— que fortalecen la tensión en lugar de depender solo de sustos repentinos. Las escenas de enfrentamiento en espacios cerrados, como una cabaña o garaje, están bien resueltas y logran claustrofobia y suspenso real mediante un montaje mesurado.
En cuanto a los efectos slasher, el filme no escatima en gore. Los asesinatos incorporan elementos distintivos del ícono original —el gancho del “Pescador” o su versión femenina— y están ejecutados con pericia visual. No revolucionan el género, pero cumplen su promesa: secuencias gráficas con impacto visual que hacen justicia a lo que se espera de un slasher contemporáneo.
El reparto combina caras nuevas prometedoras con leyendas de la saga: Madelyn Cline (Outer Banks), Chase Sui Wonders, Jonah Hauer-King, Tyriq Withers y Sarah Pidgeon dan vida a personajes jóvenes que, más allá de sus estereotipos, logran química y cierta empatía —algo poco común en este tipo de secuelas slasher—. Los clásicos Jennifer Love Hewitt y Freddie Prinze Jr. regresan como Julie y Ray, aportando un nexo emocional con la saga y elevando el drama con su experiencia.
El guion ofrece sorpresas y vueltas de tuerca bien ejecutadas, especialmente en el tramo final, con un misterio que se resuelve lo bastante bien como para ser satisfactorio, sin caer en lo predecible. La tensión y el humor están equilibrados en buena medida, y el film se apoya tanto en suspenso como en algún toque satírico suave. También muestra cierta sensibilidad a temas como culpa, trauma y resentimiento social —reflejo de cierta profundidad emocional y social que sus predecesoras no tenían.
Recepción
Sin embargo, no todo funciona. Varias críticas señalan ritmo irregular —con momentos centrales lentos o diálogos flojos—, arcos secundarios poco desarrollados y dependencia excesiva del jump scare, lo cual resta fuerza al suspenso. Algunas reseñas son más duras y consideran que la película ofrece un homenaje tibio sin aportar originalidad ni tensión duradera.
Calificación: ⭐⭐⭐
Disponible para compra o renta en Apple TV.