A veces no hace falta buscar la última novedad para pasar un buen rato. Basta con volver a ver una trilogía que nos hizo reír, llorar y cantar “I Need a Hero” como si no hubiera un mañana. Hablamos, por supuesto, de Shrek, esa saga animada que rompió todos los estereotipos y redefinió lo que podía ser una película infantil con corazón y sarcasmo.
¿Por qué vale la pena verlas?
Porque siguen funcionando.
Porque siguen siendo divertidas.
Y porque logran algo que pocas sagas consiguen: hacernos reír tanto de adultos como lo hacíamos de niños, pero ahora por motivos distintos.
Las películas de Shrek no solo satirizan los cuentos de hadas, también abordan temas como la autoaceptación, la amistad y el amor propio sin caer en sermones.
Shrek (2001): el ogro que no quería ser héroe
La película que lo empezó todo. Con una animación innovadora para su época y un guion cargado de referencias, dobles sentidos y mucha ironía, Shrek presentó a un protagonista atípico: un ogro gruñón, cínico, pero profundamente humano.
La amistad con Burro, su inesperado romance con la princesa Fiona y el mensaje de que la belleza está en los ojos de quien la ve, hicieron que esta historia se volviera un clásico instantáneo.
Shrek 2 (2004): la favorita de muchos (me incluyo)
Si solo pudieras ver una, que sea esta. Shrek 2 es simplemente brillante. Desde su parodia de Hollywood (“Muy Muy Lejano”), hasta la introducción del Gato con Botas y el inolvidable número musical final con “Livin’ la Vida Loca” y “I Need a Hero”, la segunda entrega mejora todo lo que hizo bien la primera.
La química entre personajes, los nuevos conflictos (¿debería Shrek cambiar por amor?) y el ritmo cómico perfectamente medido hacen que sea la más redonda y entrañable de todas.
Shrek Tercero (2007): no tan perfecta, pero necesaria
Sí, baja un poco el nivel respecto a las anteriores. Pero sigue teniendo momentos memorables. Ver a Shrek lidiar con la idea de la paternidad mientras busca a Artie como nuevo heredero del trono, suma un toque emocional al caos habitual.
Y aunque no sea la favorita de todos, sigue siendo divertida, mantiene el estilo del universo y cierra bien la trilogía principal (aunque sabemos que existe Shrek para Siempre, que algunos prefieren olvidar).
¿Y si nunca las has visto?
Bueno… me creerías si te dijera que nunca las vi?
Suena impensable, pero no imposible. Aún así, puedo decir con certeza que la segunda es la mejor. Si aún no has vivido la experiencia, este es el momento de corregirlo.
Calificación: ⭐⭐⭐⭐⭐ (5 de 5)
Disponible en: Netflix, Amazon Prime Video y otras plataformas (según región)