El popular reality de citas de Netflix “Jugando con fuego” (Too Hot to Handle) regresa con una nueva temporada alemana, y lo cierto es que… ya perdimos la cuenta. Tal vez sea la segunda temporada. O la tercera. ¿Importa? Tal vez no.
La fórmula conocida: solteros, tentaciones y castigos
El formato no ha cambiado: un grupo de solteros atractivos, con cuerpos de gimnasio y conversaciones superficiales, son enviados a un paraíso tropical. Todo parece apuntar al clásico romance explosivo… hasta que Lana, la asistente virtual, les comunica que no pueden besarse, tener sexo ni ningún tipo de contacto físico, si quieren conservar el premio de 100.000 dólares.
Cada infracción reduce el monto del premio.
Y claro, las infracciones no tardan en llegar.
La versión alemana: ¿algo nuevo bajo el sol?
Jugando con fuego: Alemania intenta replicar la fórmula del éxito global adaptándola al público alemán. Sin embargo, la fórmula ya se siente desgastada. Las participantes femeninas parecen haber salido del mismo molde: rostros genéricos, frases recicladas y una profundidad emocional que no llega al nivel del mar.
El elenco masculino tampoco aporta mucho más. Las interacciones oscilan entre lo forzado y lo predecible, y aunque hay momentos de drama y tensión —como en todo reality bien editado—, la chispa de las primeras temporadas simplemente no está.
¿Entretenimiento o anestesia?
Quien busque entretenimiento ligero, sin expectativas ni pretensiones, encontrará en Jugando con fuego: Alemania algo para pasar el rato. Pero si lo tuyo es el contenido que te haga reír, emocionar o al menos mantenerte despierto… bueno, prepárate para quedarte dormido. 😴
Aún así, el reality mantiene su lugar en el catálogo de Netflix, porque el modelo sigue funcionando entre cierto público: jóvenes que buscan drama, cuerpos perfectos y relaciones efímeras en pantalla.
El fenómeno más allá del show
Desde su debut en 2020, Too Hot to Handle se ha convertido en un producto internacional. Existen versiones en Brasil, Latinoamérica, Francia, España y ahora Alemania, cada una con su toque local, pero con la misma esencia superficial.
Además, Netflix ha lanzado juegos interactivos basados en la serie, disponibles en su plataforma y como apps móviles. Estos permiten a los usuarios simular las decisiones del programa: flirtear, romper las reglas o formar una “conexión emocional” (si eso aún significa algo).
¿Vale la pena verla?
Solo si eres fan de la franquicia.
Jugando con fuego: Alemania no aporta nada nuevo, y parece más un producto automático que una propuesta fresca. A estas alturas, la versión original sigue siendo la mejor y, con cada nueva entrega, la fórmula parece más diluida.
Pero hey, si te gusta ver cómo se pierde dinero por un beso mal calculado, este es tu tipo de entretenimiento.
Calificación: ⭐☆☆☆☆ (1 de 5)
Disponible en: Netflix