Si estás buscando una serie que te atrape desde el primer episodio y te deje cuestionándolo todo hasta el final, Servant es para ti. Esta producción original de Apple TV+, creada por Tony Basgallop y producida por M. Night Shyamalan, es un thriller psicológico inquietante que juega con lo desconocido, el dolor y la fe.
Estrenada en 2019, y finalizada en 2023 tras cuatro temporadas, Servant no es una serie para ver con el celular en la mano. Es tensa, lenta a propósito, y cada detalle cuenta. Lo más fascinante es cómo logra mantener el suspenso incluso en lo más cotidiano.
Sinopsis: cuando el duelo se convierte en terror
La historia se centra en Dorothy (Lauren Ambrose) y Sean Turner (Toby Kebbell), una pareja que vive en Filadelfia y atraviesa una situación desgarradora. Su hijo, Jericho, ha muerto, pero Dorothy —incapaz de aceptar la pérdida— comienza a cuidar a un muñeco reborn como si fuera real. Sean, para evitar que su esposa colapse emocionalmente, sigue el juego… hasta que contratan a una niñera para cuidar al “bebé”.
Esa niñera es Leanne Grayson (Nell Tiger Free), una joven misteriosa cuya presencia transforma por completo el ambiente de la casa. Poco después de su llegada, Jericho —el bebé real— parece volver. ¿Milagro? ¿Alucinación? ¿Algo sobrenatural?
Desde ese momento, todo se vuelve más extraño y perturbador. Lo que al principio parece un drama familiar se convierte en una pesadilla en cámara lenta.
Un escenario cerrado, una tensión creciente
Casi toda la serie ocurre dentro de la casa de los Turner, un espacio que refleja el encierro emocional de sus habitantes. La ambientación, la luz tenue y los silencios incómodos crean una atmósfera opresiva y angustiante.
La historia va revelando poco a poco el pasado de Leanne, su vínculo con un culto religioso, y sus aparentes poderes sobrenaturales. Personajes secundarios como Julian (hermano de Dorothy) aportan sarcasmo y tensión, mientras el espectador intenta armar un rompecabezas que nunca se termina de completar del todo.
La comida como símbolo
Uno de los elementos más originales de Servant es el uso de la comida. Sean es un chef de alta cocina, y sus elaboraciones —elegantes, complejas, a veces grotescas— funcionan como una metáfora de su intento por mantener el control en una realidad que se le escapa.
Hay escenas donde ingredientes como anguilas vivas o platos casi fúnebres generan incomodidad visual. Además, cuando Sean pierde el gusto y el olfato, no es sólo una condición médica: simboliza su desconexión emocional y su negación frente al trauma.
La comida también sirve como herramienta narrativa para mostrar la manipulación: Leanne tiene una relación especial con ella, y a través de sus platos logra influir en los demás.
El corazón de la serie: Leanne Grayson
Nell Tiger Free logra un personaje inolvidable. Su actuación mezcla fragilidad con amenaza, dulzura con algo indefinible que genera desconfianza. Su sola presencia ya cambia la energía de cada escena.
Desde su voz, gestos y vestuario, todo está diseñado para hacerte dudar de sus intenciones. ¿Es una víctima? ¿Una santa? ¿Una fuerza oscura? Servant nunca te da una respuesta definitiva.
¿Vale la pena verla?
Sí, pero con advertencia: Servant no es para maratonear a la ligera. Es densa, simbólica, y muchas veces inquietante. Pero si te gustan los thrillers psicológicos con elementos sobrenaturales y estética cuidada, esta serie es una joya. El final deja espacio para la interpretación, y probablemente te haga repasar mentalmente cada detalle.
Calificación: ⭐⭐⭐⭐⭐ (5 de 5)
Disponible en: Apple TV+ (requiere suscripción)
