El juego de Gracie Darling (título internacional Playing Gracie Darling) es una miniserie australiana de seis episodios estrenada en 2025 que se adentra en los rincones oscuros del trauma, los secretos familiares y el poder de la memoria.
Sinopsis
La trama se centra en Joni Gray, una psicóloga infantil cuya vida quedó marcada desde la adolescencia por la misteriosa desaparición de su mejor amiga, Gracie Darling, durante una sesión espiritista en 1997. Décadas después, cuando otra chica de la comunidad desaparece bajo circunstancias inquietantemente similares, Joni se ve obligada a regresar a su pueblo natal para enfrentar los fantasmas del pasado y desentrañar una verdad que muchos han querido enterrar.
Desde su primer episodio, la serie se apoya en una estructura narrativa que alterna entre dos líneas de tiempo: los años ’90, cuando ocurrió el evento traumático original, y el presente, donde la investigación vuelve a cobrar fuerza. Esta dicotomía permite al espectador apreciar cómo el suceso ha moldeado la vida de Joni y de quienes la rodearon, y cómo la memoria puede transformarse en una fuerza tan destructiva como el olvido.
Producción
Uno de los puntos más fuertes de El juego de Gracie Darling es su atmosfera. La dirección de Jonathan Brough y la cinematografía en las zonas rurales de Nueva Gales del Sur otorgan a la serie un tono inquietante y melancólico, mezclando la soledad de los paisajes abiertos con la claustrofobia emocional de los personajes. La producción cuida los detalles —desde las escenas nocturnas hasta los silencios tensos— para mantener un constante nivel de tensión.
El guion, concebido por Miranda Nation y Anya Beyersdorf, explora no solo el misterio central, sino también temas como la culpa, el remordimiento y la manera en que las comunidades lidian con el dolor no resuelto. Las conversaciones entre los personajes a menudo se convierten en espejos donde se reflejan temores más profundos: el miedo a enfrentar las propias fallas, la duda sobre lo que realmente ocurrió y la fragilidad de la verdad cuando se ve obstaculizada por la memoria humana.
En cuanto al elenco, Morgana O’Reilly ofrece una actuación convincente como Joni, mostrando una mezcla compleja de fortaleza y vulnerabilidad que sostiene gran parte del peso emocional de la serie. El resto del reparto complementa bien la historia, aunque algunos personajes secundarios pueden sentirse un poco dispersos o insuficientemente desarrollados en comparación con el arco de Joni.
Si bien El juego de Gracie Darling ha sido elogiada por su ambientación y ritmo —y ha logrado posicionarse entre los contenidos más vistos en varios países tras su lanzamiento en Netflix— también ha recibido críticas por su manejo clásico de ciertas capas del misterio sobrenatural y por no ofrecer un desenlace completamente satisfactorio para todos los espectadores.
En resumen, esta miniserie es ideal para quienes disfrutan del terror psicológico y las historias de misterio con un fuerte componente emocional. Su balance entre drama íntimo y suspenso narrativo ofrece una experiencia absorbente, aunque no del todo innovadora, que invita a reflexionar sobre cómo el pasado siempre está más cerca de lo que creemos.
Calificación: ⭐⭐⭐




