Wrath of Man, dirigida por Guy Ritchie y protagonizada por Jason Statham, es un thriller de acción cargado de tensión, intriga y venganza. La película sigue la historia de H (Statham), un misterioso y silencioso hombre que empieza a trabajar como guardia de transporte de valores en Los Ángeles. Su comportamiento reservado y su precisión letal despiertan rápidamente la atención de sus compañeros y de los criminales que intentan asaltar los camiones de dinero.
Narrativa
La película se estructura de manera no lineal, presentando la historia en tres actos interconectados: pasado, presente y consecuencias. Esta narrativa fragmentada permite que el espectador descubra poco a poco los motivos detrás de la venganza de “H”, manteniendo la tensión y el misterio a lo largo del filme.
Desde el primer día en su nuevo empleo, “H” demuestra habilidades excepcionales: anticipa movimientos, dispara con precisión quirúrgica y permanece impasible ante situaciones de alto riesgo. Su control absoluto genera suspenso y respeto entre sus compañeros, mientras los criminales comienzan a sospechar que no es un guardia común. Los robos a los camiones de valores se convierten en escenarios de tensión extrema, donde la violencia se combina con la estrategia y la inteligencia de “H”.
El trasfondo de “H” se revela a medida que la película avanza. Se descubre que está impulsado por la tragedia personal: la muerte de su hijo en un robo violento que también implicó a la compañía de transporte de dinero. Esta pérdida lo transforma en un hombre implacable, decidido a vengar a su familia y eliminar a aquellos responsables del asesinato. La película alterna entre los hechos del presente y los eventos que llevaron a su tragedia, creando un efecto de suspenso psicológico que profundiza en el carácter de “H”.
A lo largo de la película, “H” establece alianzas y enfrenta a enemigos astutos, incluyendo criminales que no dudan en matar y un sistema interno de corrupción en la compañía de seguridad. La acción es intensa y visceral, con persecuciones, tiroteos y enfrentamientos cuerpo a cuerpo, siempre con un enfoque en la precisión y la planificación estratégica de “H”. Guy Ritchie utiliza su estilo característico: cortes rápidos, tensión narrativa y un ritmo cinematográfico que mantiene al espectador al borde del asiento.
El clímax de Wrath of Man combina acción explosiva con resolución emocional. “H” logra enfrentarse a los responsables de la muerte de su hijo y, al mismo tiempo, revela la profundidad de su dolor y su motivación. La película concluye con una sensación de justicia cumplida, aunque dejando un espacio para reflexionar sobre la naturaleza de la venganza y sus consecuencias.
Calificación: ⭐⭐⭐⭐
Disponible para comprar o alquilar en Apple TV.