Veo un posible desenlace terrible en la novena entrega de El amor es ciego.
A simple vista, se percibe un ambiente de desánimo entre los hombres, quienes parecen cada vez menos interesados en resolver los problemas que las chicas plantean. Por otro lado, las mujeres tampoco lo hacen sencillo: algunas muestran actitudes saboteadoras, como si disfrutaran ver el caos, —deseando que caigan meteoritos, ☄️☄️☄️ sobre sus propias relaciones, con tal de probar un punto— o sentirse en control. Es curioso, porque en casi todas las parejas se percibe tensión, desgaste y falta de empatía. Personalmente, ya me habría molestado. Según la dinámica actual, no me sorprendería que más de uno decida no casarse.
El amor es ciego Francia
Hay que recordar que decir “sí” en este reality no equivale a una garantía de estabilidad. En El amor es ciego: Francia, la única pareja que llegó a comprometerse con convicción terminó separándose, y en mi opinión, fue principalmente por la chica: se mostraba caprichosa, orgullosa y con un temperamento dominante que terminó agotando a su pareja. A veces, ni el amor más sincero puede sostener una relación cuando uno de los dos no sabe ceder. Ese tipo de carácter fuerte, en lugar de ser apasionado, se convierte en una barrera que impide el entendimiento. 🤷🏻♂️
Drama
El programa siempre ha tenido su atractivo en el drama, en esas montañas rusas emocionales que lo hacen adictivo. Sin embargo, considero que los participantes deberían ser más elocuentes, más honestos consigo mismos y con los demás. Muchos parecen olvidar que la paciencia y la determinación son fundamentales en cualquier relación, más aún en un experimento como este. No se puede decir “sí” solo para complacer a una audiencia o mantener una imagen, y luego retractarse porque la otra persona “no te agrada tanto”. La falta de claridad desde el inicio genera dolor innecesario.
Ejemplo
Un ejemplo claro es el de la chica rubia que dejó al participante asiático en completo desconcierto, —cuál novia de pueblo: vestida y alborotada—. 🤣 Durante el programa, ella parecía encantada —lo abrazaba, lo besaba y se mostraba completamente entregada—, para luego terminar diciéndole fríamente que no quería volver a verlo.
Esa actitud resulta incomprensible. No se trata solo de un cambio de opinión, sino de una falta de coherencia emocional. En el amor, ya sea en la vida real o frente a las cámaras, lo mínimo que se espera es honestidad.
Fingir afecto o dejarse llevar por la emoción del momento; solo demuestra, lo poco preparados que muchos están para un compromiso verdadero. 🤬
Calificación: ⭐⭐⭐