– Un espectáculo de acción sin frenos
Arthur Bishop (Jason Statham), el legendario asesino a sueldo especializado en hacer que cada muerte parezca un accidente, vive ahora en el anonimato tras haber dejado atrás su oscuro pasado. Sin embargo, su tranquilidad se ve interrumpida cuando un viejo enemigo lo obliga a regresar al mundo del crimen. Para salvar a la mujer que ama (Jessica Alba), Bishop deberá cumplir una serie de asesinatos imposibles en distintos rincones del mundo, todos ejecutados con precisión quirúrgica y bajo la apariencia de accidentes.
Cada misión es más peligrosa que la anterior, y Bishop tendrá que demostrar que sigue siendo el mejor en lo que hace, mientras lucha por encontrar una salida definitiva a su vida de violencia.
En Mechanic: Resurrection (2016), el público se encontrará con una película que representa la esencia más pura del cine de acción contemporáneo: explosiones espectaculares, secuencias imposibles de combate, persecuciones trepidantes y un protagonista que convierte cada enfrentamiento en un despliegue de habilidad y precisión letal. Jason Statham retoma su papel de Arthur Bishop, el asesino profesional conocido por su capacidad única para ejecutar muertes que parecen accidentes. Y en esta segunda entrega, la escala de los desafíos y la magnitud de las secuencias de acción se elevan de forma notoria.
El espectador podrá disfrutar de un recorrido visual por distintos escenarios exóticos y llenos de color, desde playas paradisíacas hasta rascacielos futuristas, pasando por fortalezas ocultas en lugares remotos. La puesta en escena aprovecha al máximo estos paisajes, convirtiéndolos en un marco espectacular para cada secuencia de acción. Esto le da a la película un aire de aventura global que recuerda a los grandes thrillers internacionales, con un ritmo que nunca decae y mantiene al público en constante tensión.
Uno de los mayores atractivos son los efectos especiales y las coreografías de las peleas. Las escenas de combate cuerpo a cuerpo, marca registrada de Statham, destacan por su realismo y brutalidad, con coreografías diseñadas para transmitir tanto fuerza como agilidad. El espectador verá golpes contundentes, movimientos calculados y una energía física que se siente auténtica, alejándose de peleas demasiado artificiales. En paralelo, las secuencias de acción con armas, explosivos y persecuciones se apoyan en efectos prácticos y digitales que, aunque espectaculares, buscan mantener un tono verosímil.
Quizás la escena más memorable sea la del rascacielos con la piscina colgante en la azotea, una muestra de creatividad visual y tensión narrativa que logra dejar al público literalmente al borde del asiento. Este tipo de momentos convierten a la película en una experiencia emocionante donde cada misión se siente más difícil y arriesgada que la anterior, incrementando la adrenalina a medida que avanza la historia.
En cuanto al reparto, además de la imponente presencia de Jason Statham, la película cuenta con Jessica Alba en un papel que aporta el componente emocional y humano a la trama, así como con un villano implacable que eleva los riesgos para el protagonista. La relación entre los personajes sirve de motor narrativo y justificación para la acción, pero siempre es la adrenalina lo que domina la pantalla.
Calificación: ⭐⭐⭐⭐⭐
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Si quieres una película cargada de acción, “coñazos” 🤣 y kung fu, te la recomiendo.
