La reciente decisión de Canva de convertir su suite profesional Affinity en una plataforma gratuita “para siempre” representa una jugada estratégica con implicaciones significativas para el mercado del software creativo, y en particular para Adobe Inc. La nueva versión, anunciada el 30 de octubre de 2025, integra edición de foto, ilustración vectorial y maquetación en un solo producto, abandonando el modelo de pago único para adoptar un esquema freemium.
Desde el punto de vista bursátil, el anuncio produjo un efecto inmediato: las acciones de Adobe (NASDAQ: ADBE) cayeron aproximadamente 0,5 % el mismo día de la noticia. Más relevante aún, analistas del sector han rebajado la calificación de Adobe a “vender”, alegando que “la IA se está comiendo al software tradicional” y que compañías como Canva se encuentran en una posición de ventaja para capturar cuota de mercado de Adobe.
Estrategia
En términos de estrategia, Canva apuesta por eliminar la barrera de entrada económica para diseñadores, estudios pequeños y freelancers que se sentían atrapados por el modelo de suscripción de Adobe. Según un análisis, la empresa australiana valora que “los usuarios normales superan en seis veces a los usuarios profesionales”, lo que significa que al hacer gratuito el producto profesional, pueden escalar considerablemente.
Para Adobe, esto plantea múltiples riesgos: la posible fuga de suscriptores hacia alternativas más económicas, la necesidad de reducir precios o incrementar valor agregado para retener usuarios, y la presión sobre sus márgenes de ingresos de suscripción que históricamente han sido su fortaleza. Además, el cambio en la dinámica de ingresos y competencias podría afectar su valoración a medio y largo plazo.
Si bien Adobe aún domina el mercado del software creativo y dispone de una infraestructura consolidada con IA (como su plataforma Sensei), la competencia de Canva-Affinity introduce una disrupción que no había ocurrido desde la introducción del modelo de suscripción en la industria. Canva ahora ofrece la suite estándar sin coste, monetizando funciones de IA y entrelazándolas con su ecosistema de marketing y colaboración.
Desde la óptica de inversores y creadores de contenido, este escenario invita a monitorizar de cerca los indicadores de retención de Adobe, los movimientos en los precios de suscripción y la capacidad de Canva para transformar su base de usuarios gratuitos en clientes de pago en funciones IA avanzadas. Si Adobe no reacciona adecuadamente, podríamos estar ante una erosión estructural de su modelo de negocio.
Opinión profesional
Desde un enfoque profesional, considero que aunque la iniciativa de esta nueva versión de Affinity resulta prometedora, no alcanza todavía la paridad funcional con los productos de Adobe Creative Cloud. Comprendo el entusiasmo que generan publicaciones virales que la presentan como una alternativa factible, pero en mi experiencia –como diseñador que ha migrado del ecosistema Adobe por las cuestiones de suscripción– la equivalencia no está garantizada.
Plataforma Adobe por suscripción
Opté por abandonar Adobe principalmente por su modelo de pago recurrente, la dificultad para cancelar suscripciones y la imposición de acuerdos de incumplimiento de contrato que condicionaban la salida.
En ese sentido, siempre recomiendo revisar detenidamente las políticas de uso, ya que muchos instalamos software sin evaluarlo y luego enfrentamos consecuencias imprevistas.
Canva by Affinity
En síntesis: si bien la versión unificada de Affinity con acceso vectorial y editorial y licencia freemium supone una oportunidad válida, su carestía aún aparece al contrastarla con el ecosistema Adobe en términos de colaboración avanzada, flujo de trabajo integrado y cobertura de funcionalidades. Para usuarios dependientes en IA, automatización o colaboración en nube puede resultar incompleta. 🤷🏻♂️





